El día 5 de octubre se estrenó la ópera de “La Gata Perduda” en el Teatro del Liceu. Como habíamos anunciado, nosotros formamos parte de este gran proyecto dedicado a los vecinos del Raval, un barrio al que pertenecemos.
Después de días duros e intensos de ensayo, horas largas en el Liceu repitiendo múltiples veces la ópera entera, ya era hora de mostrarle al mundo lo que habíamos trabajado durante meses.
Estábamos un poco nerviosos, ya que aunque nos sentíamos preparados, sabíamos que en el público habría gente cercana a nosotros, como nuestras familias, amigos y vecinos del barrio. A pesar de los nervios, nos sentíamos muy emocionados de salir al escenario porque nos habíamos entrenado para este día tan especial, pero no podíamos evitar sentirnos algo tristes porque esta etapa se estaba acabando.
El proyecto empezó antes de la cuarentena, pero nosotros empezamos a ensayar en 2021. La pandemia había complicado el proceso, sin embargo, nos habíamos comprometido a llegar juntos hasta el final, con todos los otros coros participantes.
Era un sentimiento extraño y bonito a la vez saber que estábamos conectados con unos desconocidos mediante las canciones de la ópera. Nos habíamos reunido por primera vez en el Festival de Cultura Raval(s) del 2021. En este encuentro anual, los coros se aprenden una canción en concreto para poder cantarla juntos. Este año la canción escogida fue “L'himne del Raval”, la misma que inicia la ópera.
El verano de 2022, tuvimos nuestros primeros ensayos oficiales. Conocimos a los bailarines, a los directores y al equipo de producción que nos iban a acompañar durante estos meses. Aprendimos mucho a trabajar en equipo, a apreciar más el barrio del Raval y a nuestros vecinos.
Habíamos compartido muchos momentos juntos, tanto entre nosotros como con los demás coros de la Gata Perduda. Las canciones y la coreografía de la ópera nos perseguían por todas partes. No solo las cantábamos en los ensayos, podríamos estar haciendo tareas cotidianas en casa, caminando por la calle… y de repente empezar a tararear una de las composiciones. Además, nos enseñaron algo que no olvidaremos: los versos de los “invisibles” en lenguaje de signos. Gracias a esto, aprendimos la importancia de transmitir musicalmente este lenguaje y representar a los que la hablan.
Fue una experiencia única. Gracias a este proyecto hemos conocido a nuestros compañeros coristas, hemos aprendido nuevas cosas sobre la música, el teatro y la ópera. Ha sido un honor trabajar con la orquesta y con los solistas de la ópera. También estamos orgullosos de que Dianne Ico haya interpretado el papel de la Gata y que hayamos compartido el mismo escenario.
Nos ha fascinado el funcionamiento del Liceu y cómo trabaja el equipo, tanto de producción, organización y vestuario. Asimismo, nos hemos divertido mucho con los bailarines, el director musical Alfons Reverté y el director de escena Ricard Soler.
En cuanto a la ópera, pensamos que ha sido una gran y cercana representación de nuestro barrio. Nos sentimos muy honrados de haber formado parte de este ambicioso proyecto. Esta ópera ha dado a conocer una parte del Raval, junto con la ayuda de nuestros vecinos, que ahora también son nuestros amigos. ¡Moltes gràcies Gata Perduda!
Se puede ver el proceso de la ópera en La Carta de TV3.